Entrevista a directores nóveles y sus experiencias liderando escuelas

Martes 05 de Septiembre, 2017
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Colaboración del Área de Educación del Servicio Civil.

Claudia Illesca Andrade Profesora General Básica, es Directora desde enero del 2017, de la Escuela Humberto González, comuna de Antofagasta, seleccionado con apoyo del Servicio Civil y la Alta Dirección Pública.

Esta directora “Novel” (nunca había ocupado un cargo similar anteriormente), señala que los desafíos que nos exigen los cambios en la nueva Educación Pública se basan en  el trabajo que realiza la escuela  a través del área de Convivencia Escolar, la cual se preocupa de fortalecer la participación y convivencia de todos los estamentos de la comunidad educativa.

  1. ¿Qué significó para usted ser seleccionado a través del Sistema de Alta Dirección Pública?

Significó sentirme respaldada y reconocida profesionalmente, además de ser un gran desafío y oportunidad para demostrar mi vocación por la Educación y todas las ideas que quiero concretar.

Algunas de ellas, por ejemplo, sería Identificar las necesidades de los docentes y asistentes de la educación, generando diversas modalidades de desarrollo profesional, motivando un aprendizaje y formación continua, ayudándolos a probar e implementar nuevas estrategias para lograr mayores logros de aprendizajes de nuestros estudiantes.

  1. ¿Qué ha significado para usted liderar, en su Establecimiento, el proceso de mejora de la Calidad de la Educación?

El centro de esta Reforma está en el aprendizaje más que en la enseñanza, en adquirir destrezas de innovación y criterios para navegar por el mundo de la información, al mismo tiempo de adquirir valores que permitan asumir la construcción.

 Liderar mi escuela, ha sido sin embargo experimentar en este primero año una serie de procesos de adaptación que fortalezcan primero que todo una sana Convivencia Escolar. Si bien es cierto, todos los cambios deben ser paulatinos para lograr en el proceso aceptación desde una mirada positiva y realista, en donde tomemos consciencia de la importancia que tiene nuestro rol como educadores o como gestores de liderazgo efectivos. De no ser así, los cambios no se producirán en nuestras comunidades educativas, ya que debemos hacernos cargo de las necesidades que existen al interior de nuestras aulas y en fomentar un clima óptimo, y los cambios vendrán por añadidura en donde veremos frutos de una educación de calidad y equidad.

  1. ¿Qué desafíos exige, según su vivencia, ser un director hoy en el marco de los nuevos cambios que implica la nueva Educación Pública?

Los desafíos que nos exigen los cambios en la nueva Educación Pública se basan en el trabajo que realiza la escuela a través del área de Convivencia Escolar, la cual se preocupa de fortalecer la participación y convivencia de todos los estamentos de la comunidad educativa, creando lazos de pertenencia e identidad. En sus líneas de acción participa toda la comunidad, conformando planes de trabajo operativos y vinculando de manera participativa el rol de los padres y apoderados, para ello debe contar con una amplia oferta de actividades culturales, deportivas, recreativas, pedagógicas y sociales para la familia y comunidad escolar.

Una de nuestras debilidades es no concretar una relación de cooperación, diálogo, de información y de un trabajo común entre la familia y nuestro establecimiento, si bien creamos instancias de participación fallamos en la convocatoria y representatividad de nuestros padres, madres y apoderados. Necesitamos enriquecer la idea de comunidad educativa, convirtiendo en protagonistas no sólo a los y las estudiantes sino también a nuestros padres, madres y apoderados/as, profesores y directivos en el quehacer institucional, promocionando la participación de todos en la generación de normas de convivencia escolar.

Otro desafío para la escuela es lograr llevar a todos sus integrantes a reflexionar del quehacer y generar los espacios e instancias para evaluar y analizar cómo se están desarrollando los objetivos que están propuestos claramente en el PEI, materializándolos en diversas actividades planificadas que se pueden llevar a cabo si son consideradas en el PME, con el objeto de optimizar los recursos disponibles. El conocer las deficiencias nos da paso a corregir los errores en el proceso y que no permanezcan insertos en nuestra cultura como organización.